G2150
EUSEBEIA2150
LA PALABRA DE
LA VERDADERA RELIGIÓN
de G2152; piedad; específicamente esquema del evangelio:- piadoso, piedad.
Hay varias palabras griegas,
características del lenguaje de las Epístolas Pastorales, que, como veremos, no
son fáciles de traducir, pero que todas ellas contienen una idea esencial.
Está eusebeia, el nombre, que la Versión
Reina Valera Antigua traduce piedad,
y la misma versión, revisión de 1960, retiene usualmente esta traducción.
La VP dice "devoción a Dios".
Está eusebes, el adjetivo, que Reina
Valera, Antigua y revisión de 1960, traduce
devoto o piadoso; la VP traduce "entregada a Dios y
respetable".
Está eusebein, el verbo, que significa adorar, cumplirlos requisitos de la
verdadera religión.
Está eusebos, el adverbio, que la Versión
Reina Valera Antigua traduce piadosamente.
Está la palabra theosebeia, íntimamente relacionada con
las otras, que la Versión Reina Valera Antigua traduce piedad.
Está el adjetivo theosebes, que significa Dios adorable.
Puede apreciarse que todas estas
palabras proceden de la misma raíz, raíz que significa temor en presencia de lo que es más
que humano, reverencia ante lo
que es majestuoso y divino; pero no sólo expresan temor y reverencia, implican
también la adoración que conviene con ese temor y la vida de activa obediencia propia de esa actitud
reverente. El hecho es que, hasta donde el griego dispone de una palabra para
expresar la idea de religión, esa
palabra es eusebeia.
Comencemos viendo lo que los
papiros griegos dicen de estos vocablos. En las Definiciones platónicas, eusebeia es justicia para con los dioses, y, según
los estoicos, es el conocimiento de
cómo Dios debe ser adorado.
Luciano (De calum) dijo que el hombre eusebes, piadoso, religioso, es amante de los dioses (philotheos).
Jenofonte (Memorabilia 4.3.2) dijo que el tal hombre es sabio en lo concerniente a los dioses.
Los griegos acostumbraban definir
cada virtud, cada buena cualidad, como el punto medio de dos extremos. La
virtud era el feliz término medio entre algún defecto y algún exceso. Así,
Plutarco dice que eusebeia es el término
medio entre atheotes que
significa ateísmo, y deisidaimonia,
que significa superstición. Filón
dijo que era el término medio entre asebeia,
esto es, impiedad, y deisidaimonia.
O sea, eusebeia es la actitud recta para con
Dios y, en general, para con todo lo divino; la actitud que no elimina a Dios
ni degenera en fútil superstición; la actitud que otorga a Dios el lugar que
debe ocupar en la vida, el pensamiento y la devoción.
Para Josefo eusebeia es lo contrario a eidololatreia, que significa idolatría. Eusebeia concede a Dios
su justo lugar y lo adora en
forma idónea. Platón urge a todos los hombres a la eusebeia para que podamos evitar lo
malo y alcanzar el bien, y, así, llegar a ser amigos de Dios (Platón, Symposium 193d).
Pero eusebeia no sólo pone al hombre en una
relación justa con Dios, sino también con el hombre. Platón habla de eusebeia para con Dios y para con los
hombres (Platón, República 615c).
En el
pensamiento griego, eusebeia
tiene ciertos usos que ilustran todavía más la idea que hay tras esta palabra.
Incluso en la religión pagana, eusebeia
era un vocablo de noble linaje.
(I)
A veces, significa ese respeto a los dioses que
resulta en un meticuloso llevar a cabo todo el ritual que exige el culto a las
divinidades. Es decir que, a veces, puede ser más bien una palabra con
significación de ritual correcto que de cualidad moral. Hay una inscripción en
la que se alaba a la ciudad de Priene por su
"reverencia a todo lo divino", es decir, por cuidar
mucho todo lo concerniente al ritual de los templos de los dioses. Se decía que
los tributos pagados a la religión eran ex
eusebeias, i.e., consecuencia de la piedad. Este es, hasta cierto punto, el
significado ritual y más vulgar de la palabra
(II)
Otras veces,
eusebeia significa lealtad,
pero, siempre, lealtad a una figura regia. En los papiros hay una carta que el
emperador Claudio, tras un viaje a Bretaña escribió a cierto club para darle
las gracias por una corona de oro que le habían regalado y que él reconocía
como una muestra de eusebeia,
de lealtad. Nerón invita a los
griegos a reunirse con él en Corinto para recompensarlos por la buena
voluntad y eusebeia, lealtad, que
le habían demostrado. Así, pues, eusebeia
puede expresar la lealtad de un hombre a su rey.
(III)
Pero la palabra va mucho más lejos. Para
Sófocles eusebeia era la más
grande de las virtudes. Heracles aconseja a Filoctato tener el debido respeto a todo lo que es
celestial (eusebein). Sigue diciendo que todo lo demás es secundario según
el parecer de Zeus; que eusebeia
acompaña al hombre más allá de la muerte
y que es la virtud que nunca puede perecer (Sófocles, Filoctato 1440-1444). Para este
autor eusebeia era la piedra
fundamental de toda virtud. Puede que la mejor definición de eusebeia se encuentre
en la Memorabilia (4.8.11), en un
pasaje donde Jenofonte rinde su último tributo a la memoria de Sócrates:
"Por mi parte lo he descrito tal como fue: tan religioso (eusebes), que no hacía nada sin el
consejo de los dioses; tan justo, que nunca cometió una injusticia, ni aun
pequeña, contra ningún hombre, antes confirió los mayores beneficios a los que
trataron con él; tan dueño de sí mismo, que nunca escogió el camino más
agradable en lugar del mejor; tan sabio, que no se equivocaba en su juicio sobre
lo mejor y lo peor, y no tuvo necesidad de ningún consejero, antes se apoyó en
sí mismo para su conocimiento de esas cosas; no menos magistral en la forma de
someter a los demás a prueba, de convencerlos de su error y de exhortarlos a
seguir la virtud y la nobleza. A mí, pues, él me parecía ser todo lo que un
hombre verdaderamente bueno y feliz debe ser". Esta es la descripción de
lo que en griego se considera eusebeia,
verdadera religión, y nadie puede decir que esta no sea una concepción noble.
Desde el punto de vista griego,
podemos hacer constar un hecho final. Los griegos usaban eusebeia para traducir la no menos
noble palabra latina pietas. Pietas
era el espíritu de devoción a la
bondad, el honor, a la honestidad y al deber.
Warde Fowler ha escrito: "La
cualidad reconocida a los romanos como pietas
es la que está, a pesar de la desgracia y del peligro, por encima de las
seducciones de la pasión individual y de la comodidad egoísta. La pietas de Eneas consistía en su
sentido del deber para con la voluntad de los dioses, para con su padre, su
hijo y su pueblo; y este deber nunca lo abandona"
Toda la nobleza de la ética
pagana, en su máxima expresión, se concentraba en esta virtud, eusebeia, hasta que el cristianismo se
anexionó el vocablo y le dio un contenido aún más profundo.
Ahora debemos volver al uso
bíblico de eusebeia. En la
Septuaginta, eusebeia no es
común; pero hay dos formas de utilizarla que resultan muy luminosas. En Is.
11:2 se usa respecto del temor del
Señor, que es uno de los dones del Espíritu; y en Pr. 1:7 se emplea con
referencia a ese temor del Señor
que es el principio de la sabiduría. De nuevo vemos que, básicamente, eusebeia es la actitud justa hacia
Dios, la actitud de temor, reverencia, adoración y obediencia.
Pero hay un libro, escrito en el
período intertestamentario y llamado IV de Macabeos, que está dominado de cabo
a rabo por la idea de eusebeia.
Dicho libro fue escrito, en el
siglo I (un tiempo lleno de disturbios para los judíos), por un fariseo que
amaba la ley sobre todas las cosas. Según este hombre, lo único necesario en la
vida es dominar las pasiones, y la única forma de dominarlas es obedecer la
ley. Para él, ese dominio y esa obediencia eran
eusebeia. Solamente aquellos que prestan atención a la piedad (eusebeia), y lo hacen de
corazón, pueden rendir las pasiones de la carne con la fe que, como a nuestros
patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, nos hace estar vivos para Dios. Pues,
cualquiera que filosofe piadosamente
(eusebos) según la completa regla de la filosofía (i.e., la ley), que crea
en Dios y que sepa que es bienaventuranza soportar cualquier aflicción en
nombre de la virtud, ¿no dominará sus pasiones valiéndose de la piedad (eusebeia)? (IV Mac. 7:18-22).
El escritor de ese libro dice que
la filosofía judía, esto es, la ley, "nos instruye en la piedad (eusebeia) para que podamos adorar
al único Dios vivo en la forma que corresponde a su majestad" (IV Mac.
5:24). Otra vez estamos ante la concepción básica de que eusebeia esencialmente significa dar a
Dios el lugar que debe ocupar en nuestros pensamientos, en nuestros corazones y
en nuestras vidas.
Ahora vayamos al NT. Eusebeia se encuentra una vez en Los
Hechos. En Hch. 3:12, Pedro y Juan protestan que ellos no han sanado al
paralítico por su propio poder o eusebeia
(Reina Valera, versión de 1602 y revisión de 1960.
Eusebeia se encuentra
diez veces en las Epístolas Pastorales. En 1 Ti. 2:2, la aspiración de la vida
cristiana debe ser vivir en toda piedad
y honestidad. En 1 Ti. 3:16 se dice: Grande es el misterio de la eusebeia (Versión Reina Valera Antigua
traduce piedad; VP: No hay duda
que el secreto de nuestra religión
es algo muy grande).
En 1 Ti. 4:7 se exhorta al
cristiano a que se ejercite en la piedad
(Reina Valera, revisión de 1960, tiene piedad;
Moffat traduce:... se ejercite en la vida
religiosa). En 1 Ti. 4:8 se dice que la
eusebeia es provechosa para todas las cosas (Reina Valera Antigua
y revisión de 1960, traduce piedad;
VP: devoción).
En 1 Ti. 6:3 se habla de la
doctrina que es conforme a la eusebeia,
a la piedad. En 1 Ti. 6:5, 6,
aquellos que procuran ganar dinero por la
eusebeia están condenados, pero se indica que eusebeia con contentamiento es gran
ganancia (Reina Valera Antigua y revisión de 1960, traduce piedad; VP: religión).
En 1 Ti. 6:11 se induce al
cristiano
a seguir la
eusebeia, la piedad.
2 Ti. 3:5 se refiere a los que sólo tienen apariencia de eusebeia (Reina Valera Antigua y
revisión de 1960, traduce piedad;
VP: religión). Tit. 1:1 habla de
la verdad que es según la eusebeia
(Reina Valera Antigua y revisión de 1960, traduce piedad; VP: religión).
Fuera de las Pastorales, eusebeia aparece cuatro veces en 2
Pedro. 2 P. 1:3 habla de la vida según la
eusebeia, la piedad.
2 P. 1:6 pide al cristiano que añada eusebeia
a la paciencia, amor fraternal a la eusebeia,
la piedad.
En 2 P. 3:11 hay una frase que
reza: Toda conversación y eusebeia
santas" (Versión Reina Valera Antigua y revisión de 1960 traduce piedad,- VP traduce: ¡Con cuánta
consagración y devoción deben
ustedes vivir!)
Antes de que podamos fijar un
modelo del significado de eusebeia,
debemos mirar el uso de sus palabras afines en el NT. No obstante, ya se
aprecia que eusebeia quiere decir
verdadera piedad, verdadera devoción. Podemos ver que,
efectivamente, eusebeia es la
palabra para verdadera religión,
y nos es absolutamente necesario entender plenamente este significado.
En el NT, el adjetivo eusebes aparece cuatro veces. En Hch.
10:2 Cornelio es eusebes y
temeroso de Dios (Reina Valera Antigua y revisión de 1960, traduce piadoso; VP: temor de Dios). En Hch. 10:7 leemos
que Cornelio envió a un soldado que era eusebes,
como su mensajero a Pedro (Reina Valera Antigua y revisión de 1960,
traduce devoto; VP: que era
hombre religioso). En 2 P. 2:9 se
dice que Dios libra de la tentación a los que
soneusebes (Reina Valera revisión de 1960, traduce piadoso; VP: viven entregados a él). Esta palabra
no se encuentra muy a menudo, pero una y otra vez comprobamos que la idea
básica es la de una actitud justa y reverente para con Dios.
El adverbio eusebos se encuentra dos veces. En 2
Ti. 3:12 se advierte que todos los que quieran vivir eusebos serán perseguidos (Reina
Valera y revisión de 1960, traduce piadosamente.
VP: todos los que quieren vivir
consagrados). En Tit. 2:12 se usa la misma frase, vivir eusebos (Reina Valera revisión de
1960, traduce piadosamente; VP: y
devoción a Dios).
El verbo eusebein aparece en dos ocasiones. En
Hch. 17:23, Pablo lo usa cuando habla a los atenienses respecto del Dios
que adoraban sin conocerlo. En 1
Ti. 5:4 se dice a los hijos de las viudas que deben ser piadosos para con su familia,
recompensando a sus padres. VP: deben aprender primero a cumplir sus obligaciones con los de su
propia familia). Cuando fijemos el modelo cristiano de verdadera religión,
veremos que a esta última debe dársele un lugar preeminente en él.
Para completar nuestro estudio
debemos incluir dos palabras afines a las que estamos considerando. En el NT,
la palabra theosebeia se
encuentra dos veces. La diferencia entre
eusebeia y theosebeia es la parte
seb-, que significa reverencia
o adoración. Eu es la palabra griega que significa bien; por tanto, eusebeia es reverencia, adoración dada
bien y con rectitud. Eusebeia
enfatiza la rectitud de la reverencia, su carencia de supersticiones, de
imperfecciones e incongruencias.
Theos es la palabra
griega que significa Dios; por tanto, theosebeia
significa literalmente adoración a
Dios. Así, pues, theosebeia
es una palabra más amplia, pero, de hecho, las dos palabras significan casi lo
mismo, excepto que eusebeia
enfatiza la rectitud de la adoración.
El único ejemplo de theosebeia está en 1 Ti. 2:10, donde
se dan diversos consejos a las mujeres que profesan theosebeia (Reina Valera Antigua y
revisión de 1960, traducen piedad;
VP: que se han consagrado a
Dios).
En el NT, el adjetivo theosebes se encuentra sólo en Jn.
9:31. Dios oye las oraciones del hombre
que es theosebes (Reina Valera
Antigua y revisión de 1960, traducen temeroso
de Dios; VP: a los que le
adoran).
Ya hemos estudiado completamente
estas grandes palabras según figuran en el NT. Hemos visto que el significado
básico de todas ellas es la actitud recta para con Dios y para con la santidad,
majestad y amor de Dios. Ahora nos queda precisar en qué consiste esa actitud
recta.
(I)
Eusebela, verdadera religión, viene a
través del divino poder de Jesucristo (2 P. 1:3). Sin ver a Jesús, sin la ayuda
de Jesús, sin la presencia de Jesús, la verdadera religión es imposible. 1 Ti.
3:16 habla del "misterio de la piedad':
En el NT, y en el mundo antiguo, un misterio no era algo difícil de entender, y
nada más, sino algo ininteligible solamente para los no iniciados. Un misterio
era un secreto divino, ininteligible al mero espectador, pero abierto,
precioso, claro y cristalino, para el verdadero adorador. Así, Jesús trajo a
los hombres el secreto de la verdadera religión. En él, los hombres ven a Dios
y aprenden cómo adorarlo.
(II)
Pero aunque
eusebeia, verdadera religión, es el don del poder de Jesucristo,
el hombre debe luchar y batallar por alcanzar ese don. Debemos ejercitarnos para la piedad (1 Ti.
4:7). Debemos seguir la piedad (1
Ti. 6:11).
La primera palabra que usa
Pablo (gumnazein) está
relacionada con los atletas; y el segundo pasaje, que viene exacta e
inmediatamente antes de que pida a Timoteo pelear la buena batalla, se aplica a
un soldado. El cristiano es atleta y soldado a la vez. Como el
atleta se ejercita para competir, así el cristiano debe ejercitarse para ser un
seguidor de Cristo. Como el soldado debe batallar por la victoria, así el
cristiano debe intrépida e incansablemente hacer frente a la lucha por la
bondad.
(III)
Este don y esta lucha, combinados, traen tres
cosas-
(a)
Eusebeia trae disturbios.
El hombre que quiera vivir para Cristo debe esperar sufrir persecución (2 Ti.
3:12). Ser distintos del mundo, regirse por normas y aspiraciones diferentes,
siempre es peligroso. No es paz, sino gloria lo que Cristo nos ofrece.
(b)
Eusebeia trae poder.
Santidad y poder fue lo que las multitudes de Jerusalén vieron en Pedro y
en Juan (Hch. 3:12). Cristo nunca encomienda a un hombre una tarea sin darle
también el poder para llevarla a cabo. En un mundo que se está derrumbando,
sólo el cristiano tiene el poder para mantenerse como una fortaleza contra los
asedios de los tiempos.
(c)
Eusebeia trae a Dios.
Para el verdadero adorador de Dios el camino del Señor siempre está abierto
(Jn. 9:31). En cada tiempo de prueba, el cristiano puede retirarse a la
presencia de Dios para reaparecer con un poder que no es el suyo. El cristiano
tiene continuo acceso al poder del Eterno.
(IV)
usebeia es el distintivo de la vida cristiana. La
aspiración y deber del cristiano es vivir en toda piedad y honestidad (1 Ti. 2:2).
"Un santo, como alguien ha dicho, es todo aquel que facilita la creencia
en Dios". Incluso dentro del mundo, algo de la gracia y la gloria
celestiales se adhiere a la vida del cristiano. El también lleva a Dios a los
hombres.
(V)
Eusebeia es el origen de toda verdadera teología y de
todo verdadero pensar (1 Ti. 6:3; Tit. 1:1). Una de las grandes realidades
desatendidas por la vida cristiana es que inspiración y revelación están
moralmente condicionadas. Dios sólo puede decir a un hombre lo que ese hombre
es capaz de entender y de recibir. Cuanto más cerca viva un hombre de Dios, más
puede Dios decirle. El gran pensador debe ser primero un gran hombre. Para
aprender de Dios debemos primero obedecerle. Bien puede ser cierto que el
hombre que dice no poder entender la fe cristiana, en realidad, no quiera
entenderla, e incluso puede tener miedo de entenderla.
(VI)
Eusebeia no debe confundirse nunca con prosperidad
material. El hombre que ve o usa la religión como un medio para el éxito
material tiene una visión degradante de lo que es religión (1 Ti. 6:5). La
verdadera religión es el camino hacia el auténtico provecho y el legítimo gozo
en este mundo y en el venidero (1 Ti. 4:8), y su esencia radica en la verdad
fundamental de que la genuina felicidad nunca es resultado de poseer cosas,
pues éstas no son las que dan satisfacción o paz. La verdadera felicidad se
encuentra en las relaciones personales. Si un hombre tiene amor, lo tiene todo.
Y la relación personal más grande es la que se establece con Dios. Si tal
relación es justa, entonces, la vida es auténtica felicidad.
(VII)
Eusebeia es lo que resulta de la vida vivida a la luz de
la eternidad. En 2 P. 3:11 se exige a los hombres santa y piadosa manera de vivir porque
Cristo viene otra vez. Es posible que hoy, tras el lento paso de los siglos, no
esperemos la Segunda Venida con el ansia de la iglesia primitiva. Pero, al mismo
tiempo, sigue siendo verdad para todo hombre que nadie sabe cuándo debe dejar
el tiempo para entrar en la eternidad. Y verdadera religión es la
característica del hombre cuya vida es tal, que siempre está preparado para
encontrarse con Dios.
(VIII)
Por todo
esto, la verdadera eusebeia no
separa al hombre de su prójimo. A la eusebeia
debe añadirse, como parte esencial de ella, amor fraternal (2 P. 1:6, 7). La
verdadera religión se ocupa tanto de Dios como del hombre.
Hay ciertas religiones que
separan al hombre de su prójimo. Pueden hacerle dejar la vida del mundo por la
vida de contemplación, meditación y oración, como es el caso de los monjes y
ermitaños. Pero la oración, la contemplación y meditación, siendo grandes y
esenciales resultan imperfectas, truncadas e incluso anticristianas, si no
vienen a parar en la acción. Es cierto que hay ocasiones cuando un cristiano
debe retirarse del mundo, pero se retira sólo para volver más capaz de hacer
frente al mundo, o sea, de ayudarle, y de vivir con sus semejantes. El
cristiano no vive con Dios para evitar a su prójimo, sino para poder solventar
mejor el problema de vivir juntos.
(IX)
Eusebeia, verdadera religión, no está
confinada a los recintos de la iglesia, y no se limita a la adoración, liturgia
y ritual de la iglesia. La verdadera religión empieza en el hogar. Los que
quieran ser verdaderos siervos de Cristo y de su iglesia deben recordar
que -el primer deber que impone la
religión ataña a su propia familia (1 Ti. 5:4). Si el trabajo en la iglesia
de un hombre o una mujer implica desatender a su familia, entonces, esto es
irreligión, no religión.
Nunca puede haber una iglesia
cristiana que no está fundada en el hogar cristiano; y la obra religiosa más
importante no es la que se hace en público, sino en el retiro del hogar, y en
medio de lo que debe ser el círculo de nuestros seres más queridos.
Jesús dijo que donde estén dos o
tres reunidos en su nombre él está en medio de ellos (Mt. 18:20); y se ha
sugerido que esos dos o tres son padre, madre e hijos. No sabemos si será así o
no, pero sí es completamente cierto que el verdadero cristianismo, como la
verdadera caridad, debe empezar en el hogar, así como también es cierto que no
debe quedar ahí, sino alcanzar a la iglesia y al mundo.
Cuando los pensadores cristianos
tomaron la palabra eusebeia, ya
era una gran palabra; pero la llenaron de un contenido que la hizo mucho más
grande de lo que jamás pudiera ser en labios de cualquier pensador pagano.