G5272
HUPOKRISIS5272
E HUPOKRITESS5273
HACIENDO
COMEDIA
de G5271; actuar bajo una parte fingida, i.e. (figurativamente) engaño («hipocresía»):- hipocresía, condenación.
En el NT, hupokrisis e hupokrites se traducen
"hipocresía" e "hipócrita", y no hay nada que los
escritores neotestamentarios condenen más. En la opinión popular, este pecado
es universalmente aborrecido.
Lo curioso es que, en el griego
clásico, estas palabras no tienen matiz insano ni sentido peyorativo; son
palabras que se han degradado definitivamente en el mundo, aunque, como
veremos, ya llevaban en ellas la simiente de la bajeza. En el griego clásico,
el significado fundamental de hupokrites
es "uno que responde". Hupokrinesthai
el verbo, significa "responder". A partir de su primer
significado, hupokrites fue
evolucionando y adquiriendo progresivamente otros, a saber:
(a)
intérprete o expositor de sueños. Cuando Luciano
cuenta a su auditorio el sueño que le convirtió en escritor, dice que debían
estar pensando: "Sin duda, no nos considera oneiron hupokritai, intérpretes de
sueños" (Somnium 17).
(b)
Orador.
Cierto crítico decía que Demóstenes era un excepcional y talentoso hupokrites.
(c)
Recitador o declamador de poesías. En una época
en que no había libros, los "rapsodas", que recitaban poemas y epopeyas, eran hupokritai.
(d)
Actor. Una pieza teatral consta generalmente de
preguntas y respuestas, y un actor puede ser descrito como un hupokrites, un respondedor. Pues bien,
precisamente de este último significado es del que procede la acepción
peyorativa de hupokrites, es
decir, viene a significar "fingidor", "comediante",
"uno que está representando parte de un papel", "uno que está
haciendo teatro".
En la Septuaginta, hupokrites es, decididamente, una
palabra mala (Job 34:30; 36:13), que, por aquel entonces, ya había adquirido un
significado definitivamente desagradable; pero es imprescindible hacer constar
que, por el tiempo en que la Septuaginta estaba siendo revisada, no solamente hupokrites había llegado a ser una
palabra mala, sino la palabra que expresaba un
mal muy activo. Una de esas famosas revisiones fue llevada a cabo
por un hombre llamado Aquila. En Job 15:34; Pr. 11:9; Is. 33:14, Aquila
tiene hupokrites, y, la Septuaginta, asabas, que significa nada menos que
"impío". En Job 20:5, Aquila tiene
hupokrites, y, la Septuaginta,
paranomos que significa "transgresor",
"quebrantador de la ley". En Is. 32:6, Aquila tiene hupokrisis, y, la Septuaginta, anoma, que significa
"ilegal".
Es obvio que esta palabra no
significa simplemente "hipocresía"; sino que, poco a poco, ha ido
connotando alguna clase de mal, de ilegalidad, de impiedad, de algo nocivo en
plena acción. En la Epístola de Bernabé (siglo II d. de J.C.), hay una
descripción de Los Dos caminos,
que reza así: "No debes unirte a los que andan por el camino de la muerte;
debes aborrecer cualquier cosa que no agrade a Dios; debes odiar toda hupokrisis y seguir los mandamientos
del Señor". Evidentemente, hupokrisis
es un pecado pernicioso y activo.
En el NT, hay definidas ciertas
líneas de pensamiento con relación a
hupokrisis y a hupokrites.
(I)
Hupokrites es el hombre que se dedica a
representar bondad de tal manera, que ha merecido ser llamada "bondad
teatral". Es el hombre que procura que todo el mundo vea que da limosna
(Mt. 6:2), que ora (Mt. 6:5) y que ayuna (Mt. 6:16). Es el individuo cuya
bondad no busca agradar a Dios, sino a los hombres; el individuo que no dice:
"A Dios sea la gloria", sino, "a mí sea el crédito".
(II)
Hupokrites es el hombre que quebranta la
ley de Dios en el nombre mismo de la religión. Es el hombre que dice no poder
ayudar a sus padres porque ha dedicado sus propiedades al servicio de Dios (Mt.
15:7; Mr. 7:5). Es el hombre que rehúsa socorrer a un enfermo en el día de
reposo, porque sería quebrantar la ley, pero que, no obstante, cuida de sus
bestias en el día de reposo (Lc. 13:15). Es el sujeto que prefiere su idea de
la religión en vez de la idea que Dios tiene.
(III)
Hupokrites es el hombre que oculta sus
auténticos móviles bajo una capa de ficción. El verdadero motivo por el que
aquellos individuos preguntaron a Jesús sobre el pago del tributo no fue
obtener información y orientación, sino enredar a Cristo en sus propias palabras.
Los tales individuos son hupokritai
(Mr. 12:15; Mt. 22:18). El hupokrites
es el astuto intrigante de palabras falaces.
(IV)
Hupokrites es el hombre que oculta un
corazón perverso bajo un disfraz de piedad. Los fariseos eran así (Mt. 23:28).
Guardaban celosamente los elementos externos de la religión mientras sus
corazones estaban llenos de orgullo y arrogancia, de amargura y odio. Es el
tipo de hombre que nunca deja de ir al templo ni de condenar al pecador. Su
orgullo remeda la humildad.
(V)
El hupokrites,
al final, se ciega. Puede distinguir las señales de los tiempos, pero no las de
Dios (Lc. 12:56). Ha engañado a los demás tan a menudo, que, al final, se
engaña a sí mismo.
(VI)
Hupokrites es el hombre que, con la excusa
de la religión, seduce a otros y los aparta del camino recto (Gá. 2:13; 1 Ti.
4:2; 1 P. 2:1). Consigue que los demás le escuchen a él en vez de a Dios.
(VII)
Hupokrites
es el hombre que, a la postre, está bajo condenación.
Aquí hay una advertencia. De
todos los pecados, la hipocresía es en el que más fácilmente se cae y, a la
vez, el más condenado.