Mundo Hispano 2019-07-08
Génesis capítulo 14
(5) Abram y la
guerra en Canaán, 14:1-16. Además del hambre, Abram también enfrenta la
realidad de los conflictos armados en la tierra de Canaán. Esta vez es una
guerra de característica internacional (una guerra mundial) que no afecta
directamente a Abram, pero sí a Lot su sobrino que estaba establecido en
Sodoma. Una liga de reyes de territorios de Mesopotamia se unen en guerra
contra una liga de reyes de territorios del valle del Jordán. Aparentemente
esta guerra era en represalia por el cese de tributación de los reyes de Canaán
y un esfuerzo de los de Mesopotamia por restablecer su dominio político. La
liga mesopotámica que escoge una ruta por el transjordán, derrota a todos por el
camino devastando grandemente todo el territorio. Finalmente enfrentan a la
liga de reyes cananeos. En la batalla final en el valle de Sidim, cerca del mar
Muerto, los reyes del valle del Jordán son derrotados. Muchos al huir caen en
los pozos de brea, abundantes en dicho lugar y los sobrevivientes huyen a las
regiones montañosas. Particularmente, la ciudad de Sodoma queda expuesta al
enemigo que la saquea y lleva a la gente prisionera. Lot es también llevado
cautivo.
En rescate del
sobrino Lot, el hijo del hermano de
Abram, fue llevado cautivo (14:11, 12, 16). Sodoma y Gomorra fueron atacadas,
derrotadas y saqueadas por una liga de reyes del norte de Canaán. Entre los
cautivos tomaron a Lot y a su familia. Cuando Abraham se entera de que su
sobrino Lot ha sido prisionero, acude a rescatarlo. Abraham no sólo recobra a
Lot, sino también a toda la gente y los bienes de Sodoma. La estrategia que usó
Abraham, la facilidad con la cual reunió un ejército y la habilidad guerrera
que demostró bien pudieron animarlo para conquistar Canaán por su propia mano,
pero decidió esperar en Dios y en sus promesas para recibir la tierra de Canaán
a su debido tiempo. La fe no es tomar por asalto las promesas de Dios, sino
esperar a recibirlas de su mano bondadosa.
Abraham demostró que era un
hombre valiente, listo para actuar según lo demandaran las circunstancias.
También era alguien que estaba dispuesto a sacrificar su propia comodidad para
someterse a la voluntad de Dios para su vida. Estas son algunas importantes
cualidades que nosotros haríamos bien en tratar de imitar.
Abram recibe la noticia de la
cautividad de Lot e inmediatamente decide ir a rescatarlo. Nuevamente se
destaca la bondad de Abram, aplicada hacia Lot. Varios datos en cuanto a Abram
resaltan en este acontecimiento. Primero, Abram es identificado étnicamente
como el hebreo (v. 13). Esto implica que Abram había ganado una
identidad sociopolítica en medio de la población de Canaán. Esto era un
progreso hacia la consolidación del plan de Dios con la descendencia de Abram.
Hebreo deriva del nombre del patriarca Heber, descendiente de Sem, quien diera
identidad étnica específica a un grupo humano (10:21). Segundo, Abram estaba en
alianza con ciertos grupos de amorreos, pobladores de ese lugar, identificados
como Aner, Escol y Mamre (14:24). Esto implica que Abram habitaba
pacíficamente entre ellos y que bien podía obtener la tierra en base a alianzas
y asimilación con grupos ya establecidos. Tercero, Abram demuestra gran
habilidad militar y determinación firme de conseguir su logro. Abram recluta a
sus siervos, a sus aliados Aner, Escol y Mamre y sin dar tregua persigue al
enemigo hasta el extremo norte del territorio de Canaán. La mención de Dan es
una identidad posterior que significa el extremo norte de la tierra prometida.
Abram los ataca estratégicamente y los persigue hasta más allá de Damasco con
el fin de rescatar a Lot. Juntamente con Lot, Abram recupera todo el botín
humano y material.
Esta victoria militar de Abram le
presenta la posibilidad de poseer la tierra a través de alianzas y conflictos
bélicos sin esperar en Jehová quien se
tardaba con su promesa. Literalmente esta situación de Abram es paralela a la
de Jesús cuando el diablo le ofrece la “posesión” de todos los reinos de la
tierra a cambio de la renuncia al plan redentor de Dios (Luk_4:5-8). Al igual que Jesús, Abram no escoge
esta posibilidad de posesión de la tierra. Decide esperar en Dios y aceptar las
condiciones de Dios.
(6) Abram y
los reyes de Salem y Sodoma,Luk_14:17-24. A su regreso
victorioso, Abram tiene dos encuentros significativos en los cuales expresa
decisiones determinantes en fidelidad a Dios. Primero, se encuentra con
Melquisedec, rey de Salem. Esta ciudad era la antigua Jerusalén que luego viene
a tener un papel tan importante en el plan redentor de Dios y en la historia de
la humanidad, aún hasta nuestros días. Este rey es identificado como el sacerdote
del Dios Altísimo (v. 18; en hebreo El ‘eliom H410)
que era un título del dios jefe o patrón de los cananeos. En este encuentro es
usado e identificado como designación del Dios verdadero, el Dios de Abram,
creador de los cielos y la tierra. Más tarde Abram identifica a su Dios como Jehová
, el Dios Altísimo (v. 22). El sacerdote Melquisedec bendice a
Abram y atribuye la victoria militar de Abram al Dios Altísimo. La orden
sacerdotal de Melquisedec se menciona en el Job_110:4,
un pasaje mesiánico. En Hebreos 7 la orden de Melquisedec, que como sacerdote
servía a los cananeos (gentiles) y a Abram, es comparada con el sacerdocio de
Jesucristo. El hecho de que se menciona pan y vino indica que hubo un acto
ceremonial o ritual de adoración a Dios y de reconocimiento o alianza mutua.
En respuesta Abram dedica a
Melquisedec el diezmo del botín de guerra que traía. Con este acto Abram
reconoce tres cosas: Primera, acepta que la victoria militar se debe a la
intervención del Dios Altísimo y no tanto a su habilidad o alianza militar.
Segunda, reconoce la autoridad sacerdotal de Melquisedec y la validez religiosa
de Salem. Tercera, Abram reconoce su responsabilidad de sostener con el diezmo
de sus posesiones al sacerdote y al lugar de adoración. Esta práctica religiosa
del diezmo es universal y es una expresión de gratitud y reconocimiento a Dios.
El diezmo Y Abram le dio a él el diezmo de todo
(Job_14:20). De este versículo se
desprenden varios principios importantes en cuanto al diezmo los cuales debemos
aplicar:
1. Debemos dar en el lugar adecuado. Abram
dio su diezmo al sacerdote del lugar. En nuestro caso debemos darlo en la congregación
de nuestra iglesia.
2. Debemos dar la cantidad adecuada. El
diezmo es lo establecido por el Señor como el mínimo.
3. Debemos dar con el motivo adecuado. Abram
lo hizo por gratitud a todo lo recibido de la mano del Señor.
4. Debemos dar en el momento adecuado.
Inmediatamente que Abram obtuvo la victoria entrega sus diezmos. Inmediatamente
que recibimos los recursos que Dios nos da, es el momento para dar al Señor
nuestro diezmo de gratitud.
¿Quién era Melquisedec?
La Epístola a los Hebreos
menciona a Melquisedec como un rey parecido a Cristo. En verdad sabemos muy
poco de este rey. Aparece en esta ocasión, y después desaparece de las páginas
del A. T. No sabemos nada de su familia, excepto que era rey de Salem y
sacerdote del Dios Altísimo. Evidentemente era rey prominente en el mundo de
aquel lugar, de tanto prestigio que Abram se inclinó y le dio el diezmo.
Cristo es mencionado en Hebreos
como sacerdote según el orden de Melquisedec, puesto que no tiene linaje
mencionado en las Sagradas Escrituras. Fue inmortalizado por el autor de esta
epístola; de otra manera hubiera sido personaje de menor importancia.
En su segundo encuentro Abram
devuelve al rey de Sodoma toda la gente rescatada y los bienes materiales,
aunque el rey sólo reclama la gente. Pero sí permite que los gastos de guerra y
la recompensa a sus aliados sea sacada del botín de guerra. Abram explica que
eso se debe a una decisión solemne que él hiciera con Jehová , el
Dios Altísimo, creador de los cielos y la tierra (v. 22). Esta
identificación de Dios es una proclamación de un sólo Dios verdadero en medio
del politeísmo cananeo. Además es un acto de atribución de títulos y honores
divinos reconocidos por los pobladores locales al Dios personal de Abram. Una
vez más se nota la fidelidad de Abram para con Dios en no depender de ganancias
que le pudieran comprometer con su llamado. Afirma así la aceptación de las
condiciones de Dios en el logro de las promesas. El rescatado Lot y familia
regresan nuevamente a Sodoma, donde más tarde encuentra un final trágico.
Las
contribuciones de Abraham Job_14:1-24
1. La vida de Abraham nos enseña
que Dios es soberano de todo y autor de un pacto por el cual los hebreos llegan
a ser una nación especial. Esa relación fue tan estrecha que Dios mismo llega a
ser conocido como "el Dios de Abraham" (Exo_3:6).
2. Por medio de Abraham Dios
revela su plan de salvación (Exo_2:24).
3. Las promesas que Dios le dio a
Abraham llegan a ser realidad en las generaciones siguientes (Exo_32:13; Exo_33:1).
4. Abraham ilustra que por la fe
es posible llegar a ser conocido como amigo de Dios (2Ch_20:7).