Plenitud . 2019-07-20
2Crónicas capítulo 25
25.9 Dios tiene recursos ilimitados y lo
bueno es que los pone a tu disposición, SEMILLA DE FE. En la economía
humana, la ley de la oferta y la demanda regula el precio a pagarse por los
bienes y servicios. En momentos de exceso de suministros, los precios bajan; en
tiempos de carestía, los precios suben. La economía humana es fluctuante.
Pero la economía divina no tiene
variación alguna. Dios siempre suple de acuerdo con nuestra necesidad. Dios no
desea que su pueblo pase necesidades, más bien quiere «que abunden más y más»
(véase 1Th_4:10-12). ¿Crees que porque
le das algo a Dios tendrás menos? No, de acuerdo con la Ley divina. ¡Cuando das
te colocas en posición de recibir!
Nunca podremos superar la
generosidad de Dios. ¡No importa lo que le demos, nos lo multiplicará en una
cantidad más grande de la que tenemos! Sin embargo, tenemos que desarrollar
nuestra capacidad de cosechar. El esperar recibir, no de la persona a quien
damos, sino de nuestra fuente divina, también es un acto de fe. Cuando niño, en
una granja, aprendí que plantar significa hacer algo y, de igual forma, para
recoger la cosecha se necesita hacer algo. Ambos son actos de fe.
(1Ki_17:8-16/Mat_17:19-20) O.R.