Plenitud . 2019-08-06
Eclesistés capítulo 2
2 . 3 El Predicador
quiere dejar claro de que su búsqueda del placer era sólo intelectual, no
basada en la pasión. Su fin era preguntar si involucrarse en una orgía de
placeres tenía algún valor para los seres humanos.
2 . 8
Instrumentos de música : Este término hebreo es confuso, quizás significa
«muchas concubinas».
2 . 10 En este
pasaje (vv. 1-11), el Predicador ha tratado de saciar su inquieto espíritu con
placeres. Lo intentó por medio del vino (v. 3), edificando y plantando viñedos
(v. 4), huertos y jardines (v. 5), proyectos de irrigación (v. 6); adquirió
siervos y ganado (v. 7), riquezas y concubinas (v. 8).
2 . 11 Cuando
reflexiona sobre sus obras, se da cuenta que nada de ello tiene valor. El
placer satisface sólo un momento y manifiesta el mismo defecto que la sabiduría
humana: no aprovecha nada (v. 2; véanse las notas a 1.15, 18).
2 . 12 El Predicador
considera aquí la doctrina de la retribución, que Dios equilibra los extremos
para compensar de alguna forma las desigualdades de la vida. Quizás este sea el
valor supremo que busca.
2 . 13 , 14 La sabiduría
supera a la necedad, porque el sabio sabe a dónde va, mientras el necio anda
tropezando como un ciego. Véanse también 4.13, 14; 10.12-14.
2 . 14 - 16 El Predicador
se da cuenta que tanto el sabio como el necio deben morir. El valor supremo que
busca no puede entonces descansar en ninguna esperanza de retribución en esta
vida.
2 . 17 Si la
sabiduría no le garantiza justicia, entonces todo el esfuerzo realizado a fin
de llegar a ser sabio no aprovecha nada.
2 . 18 , 19 No sólo no
aprovechan la riqueza y el placer (vv. 1-11), sino que el Predicador no puede
llevarse estas cosas consigo más allá de la muerte. Y como no puede saber si
sus herederos serán sabios o necios, legarles a ellos sus riquezas ofrece poco
consuelo al Predicador.
2 . 20 - 23 Esta
situación hace desesperar al Predicador: ¿Por qué ha de dejarle el fruto de su
labor a alguien que no ha contribuido a ella y no lo merece?
2 . 24 , 25 Si no puede
llevárselo consigo y no sabe cómo sus herederos lo aprovecharán, uno debe gozar
de lo que tiene mientras vive. El gozar de aquello con que Dios ha bendecido la
vida es un importante tema secundario del libro, el cual reaparece de vez en
cuando en el texto (véase la lista de referencias en la nota a 5.18-20).