Mundo Hispano 2019-07-08
Gén 16:1-16
(2) Agar e
Ismael, 16:1-16. Después del pacto, Abram toma una determinación que tiene sus
consecuencia hasta el día de hoy. Esta acción de Abram indica la lucha humana
en la vida de espera en Dios y en sus promesas. La concesión del pacto implica
una seguridad inigualable, pero no una garantía de que el hombre de fe no
tendrá sus luchas y hasta sus errores en su nueva relación con Dios.
El problema confrontado es la
falta de descendencia. Aún después de la promesa de un hijo a Abram, Sarai no
le daba hijos. Sintiéndose responsable de la situación, Sarai toma la
iniciativa para una solución. El plan de Sarai era que Agar, su sierva
adquirida en Egipto, sea la madre biológica del hijo de Abram, y ella la madre
legal. Según códigos de leyes encontrados, esta práctica era común en ese
tiempo, similar al recurso de los bebéprobeta o de matrizsustituta de nuestros
tiempos. No contradecían la moral o la religión y estaban aprobadas por leyes
específicas. Las dos esposas de Jacob usan de la misma práctica para aumentar
los hijos a Jacob. Tres argumentos permiten la aceptación de este plan:
Primero, el reconocimiento de la esterilidad de Sarai que humanamente era
irreversible. Segundo, se responsabiliza a Dios por la imposibilidad de
concepción en ella. Aquí se implica directamente a Dios lo que da más fuerza al
proyecto presentado. Y tercero, ya habían pasado 10 años desde que Abram
llegara a Canaán y todo seguía igual. Estos argumentos —biológico, teológico e
histórico— debilitan la espera de Abram en Dios. Además, hasta este punto en la
promesa de hijo, Sarai no había sido mencionada directamente. El “proyecto
Ismael” es la solución con recursos humanos del cumplimiento de la promesa de
Dios de dar descendencia. Aparentemente es un proyecto sabio, alcanzable y la
sustitución precisa para instrumentar el plan redentor de Dios. Pero este proyecto
no podrá sustituir a la promesa de Dios y será rechazado.
Pero surge un conflicto entre
Sarai y Agar una vez que ésta queda embarazada de Abram. Además de los celos y
menosprecios, el conflicto se agrava por el temor de Sarai de perder ante Agar
su lugar de señora de Abram (Psa_30:21-23).
Sarai consigue primero el apoyo total de su esposo y luego aflige a Agar de tal
manera que ésta huye y se dirige a Egipto por el camino del desierto de Shur al
sur de Beerseba.
Sin embargo, aquí no termina este
proyecto humano. Dios por intermedio del ángel de Jehová aparece y habla a Agar. El ángel de
Jehová es otra manifestación del mismo
Dios que se hace presente y visible para ayudar al hombre. Su intervención a
través de la relación de Dios con su pueblo tiende a ser para salvación y se lo
asocia con el propósito redentor de Jesucristo. Literalmente ángel significa mensajero
y en esta ocasión Agar recibe de Dios este mensaje: Primero, ella debe volver a
Sarai y restablecer la sumisión en la relación amasierva. En este tipo de
relación social de entonces, el amo tenía una autoridad total y absoluta sobre
los siervos quienes eran considerados como una propiedad más. Esta acción era
necesaria y demuestra la voluntad de Dios que cada ser humano tenga protección,
el beneficio de una familia establecida y dignidad al nacer. ¡Cuántos niños en
América Latina nacen y aun se crían sin el beneficio de un padre, de una
familia y de un hogar! Estas condiciones indignas para un ser humano afectan el
presente y hacen peligrar el futuro de cualquier nación. Segundo, al ángel le
asegura del nacimiento de un hijo y le concede el nombre de Ismael (Dios
escucha) que es la respuesta de Dios al clamor de Agar por su aflicción.
Tercero, declara la descendencia múltiple de Ismael y el destino histórico de
esa descendencia: Sobrevivencia en medio de hostilidades a base de su fortaleza
y persistencia.
Una sierva
egipcia que se llamaba Agar
16:1-21:21
Agar frecuentemente se mantiene
en las sombras por las dos personas que controlaron su vida: Abraham y Sara. La
historia de su vida, sin embargo, está unida a la del padre de la nación
hebrea. Dios escogió a esta humilde sierva para ser la madre del hijo que llegó
a ser el padre de las naciones árabes.
Cuando Agar se dio cuenta que
estaba esperando un hijo de su señor Abraham, sintió el orgullo propio de su
maternidad y vio con cierto desprecio a su señora quien era incompetente para
tener hijos. Esto trajo muchos problemas a Abraham en su relación con Sara y
muchos sufrimientos para Agar. Todas las circunstancias pudieron haber hecho
daños emocionales profundos sobre la vida del niño de la sierva a quien se
llamó Ismael, sin embargo Agar nunca expresó resentimiento por haber tenido un
hijo, al contrario ella lo recibió con gozo, lo amó y lo cuidó en medio de las
circunstancias tan complicadas.
Agar y su hijo, Ismael, tenían
muchas cosas en común. Ambos fueron echados fuera de la casa de Abraham. Ambos
experimentaron la tortura del calor del desierto cuando Sara exigió que Abraham
los enviara lejos de su vista. Ambos llegaron a ser despreciados por aquellos
que alguna vez los habían utilizado para su beneficio personal. Con todo ambos
siempre mantuvieron una actitud positiva hacia la vida y se mantuvieron siempre
unidos.
El secreto de la fortaleza de
Agar estaba en su fe en Dios quien se le apareció en el desierto. Allí ella
aprendió que vale la pena relacionarse con Dios y confiar en sus promesas.
Hasta el día de hoy la historia de Agar nos ilustra el profundo interés del
Señor por las personas que han sido abusadas, oprimidas y despreciadas. También
nos enseña que el temor de Dios en nuestra vida es lo más importante que
podemos tener.
En respuesta, Agar reconoce la
presencia de Dios que la ha visto y respondido en su aflicción, adora y denomina
al manantial en memoria de su encuentro con Dios. Este oasis será el lugar de
encuentro entre Isaac y Rebeca (24:62). Esta experiencia de Agar es muy
significativa porque indica que seguramente al servir de matrizsustituto el
propósito redentor de Dios a través de la descendencia fue transmitida a ella.
Y ella demuestra que se había apropiado de la fe patriarcal en estos actos:
Reconoce la importancia de la descendencia, clama e identifica al Dios
verdadero en su experiencia, adora y nombra el lugar en memoria de su encuentro
con Dios. Además, ella obedece la indicación de Dios y vuelve a su señora. Aquí
vemos la intervención de Dios y la posibilidad de una fe significativa en una
persona de raza ajena a Abram y del más bajo nivel social (Act_10:34-35).
Verdades
prácticas De Agar podemos aprender:
1. La humildad para buscar a Sara
a pesar de que ella la había tratado mal.
2. A expresar nuestro amor y
cariño hacia nuestros hijos a pesar de todos los problemas que ellos puedan
ocasionarnos.
De Agar
debemos evitar:
1. Burlarnos de otras personas
menos afortunadas que nosotros para cumplir ciertas funciones naturales.
2. Abandonar a alguien que tiene
mucha necesidad solamente porque en ese momento no sabemos lo que podemos hacer
para resolver el problema.
Finalmente nace el hijo dentro de
la familia de Abram. Esto ocurre a los 86 años de Abram, once años después de
responder al llamado de Dios. Ismael (v. 15), nombre indicado por
el ángel de Jehová a Agar, es el nombre
que Abram escoge para su hijo. Significa “Dios escucha”. El nombre es apropiado
porque a pesar de que este hijo no fue parte del plan de Dios, sin embargo,
Dios había escuchado a Agar en su aflicción, y más tarde escuchará también el
pedido de Abraham sobre Ismael (Act_17:20).
Pero también hay ironía en el nombre. Quizás se atribuye a la respuesta de Dios
un plan que fue totalmente humano y que causaría tanto conflicto desde el
principio hasta hoy día. La estabilidad mundial depende en gran parte de la
precaria y hostil relación política entre el estado de Israel y las naciones
árabes, descendientes de Ismael.