Mundo Hispano 2019-07-11
Génesis 20
5. DIOS LIBRA
A ABRAHAM DE SUS PROBLEMAS CON ABIMELEC, 20:1-18
El incidente con Abimelec nos
informa de situaciones precarias y de peligro que los patriarcas enfrentaban en
su peregrinación. Esta situación, similar a la de Egipto (12:10-20), se repite
con Isaac (cap. 26). Aquí el problema original es la tierra. Abraham se muda de
los alrededores de Hebrón hacia el Néguev, al oeste. La mudanza generalmente
obedecía a situaciones de sequía, temor a la hostilidad de gente local,
búsqueda de mejor pastura, ventajas comerciales o indicaciones directas de
Dios.
Lot, el hombre
del final triste Lot tuvo miedo de
permanecer en Zoar y se fue a la montaña y allí habitaba en una cueva con sus
hijas (19:30). ¡Qué triste final para un hombre! Un hombre que anduvo cerca
de Abraham y que tuvo muchas grandes y excelentes oportunidades en su vida. Eso
no fue todo. Sus hijas planearon tener descendencia de su padre. Lo
emborracharon y sin que Lot lo supiera sus hijas concibieron un hijo de él. El
hijo de la mayor fue llamado Moab y llegó a ser el padre de los moabitas. El
hijo de la menor fue llamado Benamí y llegó a ser el padre de los amonitas
(19:30-38). Dios se encargó de proveer un territorio para los moabitas (Deu_2:9). Tanto los moabitas como los amonitas
causaron muchos problemas a los hebreos, el pueblo del Señor.
El final de Lot fue muy triste a
pesar de todas las oportunidades que tuvo en la vida y las benéficas
influencias que tuvo de su tío Abraham. Su tragedia estuvo determinada por una
acumulación de factores.
1. Puso su confianza en las
ganancias personales antes que en Dios (Gen_13:5).
2. Puso su confianza en sí mismo
antes que en el poder del Señor (Gen_13:10-11).
3. Sus principios morales eran
ambivalentes (1Pe_2:8).
4. Al final terminó sin bienes
materiales, sin esposa y aún sus hijas lo avergonzaron (1Pe_19:17-28).
5. Detrás de todo este escenario
obscuro hay un rayo de esperanza: la misericordia del Señor. Aunque Lot fracasó
en muchas maneras, muchos siglos después el apóstol Pedro usó el caso de Lot
como un ejemplo de aquellos que llegan a ser justos por la maravillosa gracia
de Dios (2Pe_2:7-8). Lot fue una
persona inconsistente, pero Dios es siempre fiel y misericordioso. Hay
esperanza para todos nosotros no importa cuán negro haya sido nuestro pasado.
Todo lo que debemos hacer es buscar al Dios de amor por medio de Jesucristo.
El Néguev era una región árida al
sudoeste del mar Salado, hacia Egipto. Abraham acampa entre poblados por su
ocupación pastoril y su necesidad comercial (seminómada). Gerar, 13 km. al sur
de Gaza era un centro filisteo al cual los patriarcas eventualmente se asocian
comercialmente. Al residir en Gerar Abraham se confronta con una nueva
situación y nueva gente en medio de la cual debe sobrevivir. A pesar de que
Dios se le había manifestado como su protector (2Pe_15:1),
Abraham siente temor por su vida. Como estrategia de sobrevivencia, usada ya
anteriormente, Abraham presenta a Sara como su hermana —en realidad media
hermana— como luego explica (v. 12). Pero legalmente la relación marital
era la que tenía validez. Abimelec, rey de Gerar, toma a Sara para su harén,
con miras a una relación marital. Por lo general, este tipo de relación tenía
propósito comercial y político como también elevar el prestigio del rey. De
este modo, Abraham, por sobrevivir en el presente, hace peligrar el futuro comprometiendo
la descendencia, aún después de haber recibido la firme promesa de que Sara
sería la madre de su hijo.
Decir la
verdad a veces es difícil ¿Por qué
será tan difícil aprender las lecciones más importantes de la vida? Para
protegerse Abraham mintió diciendo a Abimelec, el rey de Gerar que su esposa,
Sara, era su hermana. Ya antes Abraham había hecho el mismo error (2Pe_12:10-20). Abraham había caído en la mala
práctica de usar las mentiras o verdades a medias para salir bien de los
momentos difíciles. Sin embargo, esta práctica solamente causa problemas a
todos los implicados. También demuestra cuán débil era a veces la fe de Abraham
en Dios cuando confrontaba situaciones difíciles. La verdad es crucial para
construir relaciones interpersonales saludables. Por otro lado, cuando decimos
la verdad podemos estar seguros que Dios podrá acompañarnos a todo lo largo del
camino de la vida.
Dios, mostrando fidelidad a su
propósito y misericordia, interviene ante la situación de tres maneras:
Primero, directamente confronta a Abimelec en sueños y le advierte de su
peligro de muerte porque la mujer tomada es casada. En la cultura y la religión
de la época, Dios era el garante del matrimonio y era una institución que debía
respetarse. El adulterio acarreaba venganza por lo que era mejor matar al
esposo y luego se tomaba a la viuda. Segundo, Dios ordena a Abimelec que
devuelva la mujer a su marido a quien identifica como profeta. La función de
profeta indica la relación especial de Abraham con Dios y la dependencia de
Abimelec de la intercesión de Abraham para su sobrevivencia y prosperidad.
Tercero, Dios cierra toda matriz en la casa de Abimelec, lo que indica que Sara
había estado ya un tiempo en el harén y Dios había extendido la esterilidad de
Sara a todas las mujeres.
En respuesta, Abimelec hace
varias cosas: Primero, comunica a sus servidores todo lo que había acontecido.
Esto causa temor en los hombres y asegura protección a Abraham. Segundo,
Abimelec devuelve a Sara, reprimiendo a Abraham por el pecado que había podido
causar sobre Abimelec y su reino. Aquí vemos el grave problema que Abraham
trajo sobre sí por no confiar en Dios. Puso en peligro a Sara, su esposa y
recipiente ya de una promesa firme de tener un hijo. Además, puso en peligro la
vida de Abimelec y sus hombres exponiéndole a un pecado que acarrearía el
juicio de Dios. Tercero, permite a Abraham morar en la tierra otorgándole un
territorio y concediéndole riquezas en ganado y siervos y una gran suma de
dinero (11 kg. de plata) para demostrar públicamente su inocencia y para
reivindicar a Sara.
Al final, Abraham ora por
Abimelec y las mujeres afectadas, y Dios en respuesta sana a todas. Nuevamente
vemos la falta de confianza en el patriarca que hacen peligrar la promesa y es
causa de maldición para otros. La intervención de Dios hace posible que una vez
más el plan redentor de Dios siga adelante.