Mundo Hispano 2019-07-25
Gén 35:1-29
6. EL PACTO Y
SU CONTINUACIóN, 35:1-37:2a
La pregunta obvia es como queda
el pacto ante esta nueva situación de peligro. Humanamente hay varias opciones:
El exilio, la búsqueda de alianza con algún grupo étnico como lo hicieran
Abraham e Isaac, la resistencia armada con esperanza de victoria o la renuncia
a las promesas del pacto. Consistente con su transformación espiritual, Jacob
busca la solución que más conviene a la continuación del pacto.
(1) Dios ordena
a Jacob que resida en Betel, 35:1-15. Ante la situación de peligro, Jacob acude a
Dios, quien en esta situación tan crítica manifiesta su misericordia y
fidelidad proveyendo protección a Jacob y confirmándole el pacto. Para
protección ante alguna represalia de los cananeos, Dios le indica ir a Betel,
lugar donde por primera vez Dios se le había aparecido. Una de las promesas del
voto de Jacob al huir de Esaú fue el de volver a Betel y establecer allí un
santuario a Dios. Ahora Dios específicamente le pide el cumplimiento de dicho
voto.
Al partir para Betel, Jacob
reconoce que va a un encuentro de adoración a Dios. La adoración a Dios implica
siempre consagración y fidelidad. No es un simple acto externo y formal sino
incluye serios compromisos que abarcan la totalidad del ser humano. En
reconocimiento al verdadero acto de adoración, Jacob prepara a su gente moral y
ritualmente. La preparación moral consiste en un renunciamiento a una vida
infiel y pecaminosa a Dios evidenciada por los dioses extraños en poder de
ellos. Raquel había traído los ídolos de su padre y seguramente otros siervos
habrían traído sus ídolos y amuletos religiosos que servían de ocasión a actos
pecaminosos. La lealtad suprema a Dios fue siempre el primer requisito de
relación con Dios. El primer mandamiento del decálogo lo especificaría muy bien
más tarde (Exo_20:3). Y siempre la
infidelidad es la tentación más grande del hombre. La preparación ritual,
propia para un acercamiento de adoración a Dios, consiste en una purificación y
cambio de vestidos indicando así una disposición completa a Dios. Siempre la
pureza ritual complementa y evidencia la pureza espiritual. En el acercamiento
al Dios verdadero y Santo, las personas deben prepararse física, moral, mental
y espiritualmente. La purificación ritual, además de servir de distinción al
pueblo de Dios, servía también para recordar la seriedad del pecado y mantener
reverencia en la relación con Dios. Uno no podía acercarse a Dios de cualquier
manera. Jacob identifica a Dios como el que me respondió en el día de mi
angustia y ha estado conmigo (v. 35). Jacob había pasado ya muchas
angustias. Pero su Dios personal y de relación permanente lo había librado de
todas ellas. La gente responde positivamente. Aquí vemos la influencia de un
líder en su familia y su gente. Jacob deja escondido todo lo recogido en
Siquem.
Condiciones y
compromisos Treinta años antes Jacob le
había hecho una promesa a Dios. Esta promesa incluía cinco condiciones y tres
compromisos (Exo_28:20-22).
Cinco
condiciones...
1. Si Dios está conmigo
2. Y me guarda en este viaje que realizo
3. Si me da pan para comer
4. Y vestido para vestir
5. Y yo vuelvo en paz a la casa de mi padre
Entonces...
6. Jehová
será mi Dios
7. Esta piedra que he puesto como memorial
será una casa de Dios
8. Y de todo lo que me des, sin falta
apartaré el diezmo para ti
Indudablemente que Jacob había
cumplido cuando menos con el primer y tercer "entonces", pero le
quedaba una promesa por cumplir: hacer una casa para Dios en Betel. Es
interesante que Dios toma en serio nuestras palabras y especialmente lo que le
prometemos. En medio de las circunstancias, Dios le recuerda a Jacob que vaya a
Betel y haga el altar que había quedado sin hacer.
En su viaje a Betel desde Siquem,
unos 30 km. al sur, Jacob recibe la protección de Dios. El terror de Dios
(v. 5) que se apodera de los cananeos es un término de la “guerra santa”
o “guerra de Jehová ”. Significa que es Dios quien protege y lucha por su
pueblo. Esta vez fue sólo de protección y seguridad en contra de toda acción
hostil.
Finalmente, llegan al lugar
llamado Luz, el nombre cananeo que fue cambiado a Betel (v. 6).
Y allí edifica Jacob un altar, como había prometido antes. Dios prometió a
Jacob que le haría regresar y que edificaría un altar una vez de vuelta al
lugar. Elbetel, “el Dios de Betel”, identifica al Dios que se había
revelado a Jacob anteriormente (v. 7). Nuevamente este lugar es
renombrado y consagrado a Dios.
La confirmación del pacto viene
una vez cumplida la promesa de Jacob de consagrar Betel y a su gente a Dios.
Allí Dios se aparece nuevamente y ratifica su pacto con Jacob. La ratificación
tiene tres promesas muy importantes: Primera, la confirmación del cambio de
nombre de Jacob a Israel. Este nombre es muy significativo porque identificará
a la nación escogida por Dios. Segunda, se confirma la promesa de nación. Dios
se identifica como el Dios Todopoderoso (v. 11, El Shadai). Isaac
usó esta identidad cuando había encomendado a Jacob en su camino a Harán. En
esta confirmación la realidad de nación es más cercana y concreta, indicando ya
una organización política más completa. Tercera, la posesión de la tierra
prometida a los patriarcas es transferida a Jacob. Así se confirma que Jacob,
ahora Israel, es el heredero aceptado del pacto. Y no sólo él, sino también su
descendencia es heredera del pacto. Se confirma la continuación del propósito
de Dios en la descendencia de Jacob. Todas estas confirmaciones son hechas en
Canaán, en medio de un ambiente hostil, pero en un entorno de adoración al Dios
verdadero y actos que manifiestan fidelidad a ese Dios. Notamos aquí una
solución espiritual al problema presentado. Esto es consistente con el nuevo
Jacob, ahora Israel, instrumento de Dios en el propósito redentor.
(2) Dios
completa la familia de Jacob,Exo_35:16-20. Con el
nacimiento de un nuevo hijo, Dios completa la descendencia de Jacob. El nacimiento
de Benjamín es muy importante porque completa a doce los hijos varones de
Jacob. Este número es sinónimo de capacidad de formar una nación por su
simbolismo de completo. Benjamín es el único hijo de Jacob que nace en Canaán.
Pero la complementación de descendencia no llega sin su conflicto ya que muere
Raquel, la esposa favorita.
Regresemos a
Betel 35:6
Betel ocupaba un lugar de
significado especial para Jacob. Siempre recordó la primera noche que pasó
allí, luego de salir del círculo familiar huyendo de su hermano Esaú (cap. 28).
Durante la noche, tuvo un sueño
que determinó su peregrinaje con Dios en los años futuros. Se comprometió con
Dios para reconocerlo como Dios y dar el diezmo de todo lo que Dios le daba.
Ahora, con la familia en cr isis,
Jacob llama a todos para reconsagrarse a Dios y quitar los dioses ajenos que
habían adquirido durante los años anteriores. Dirige a la familia otra vez a
Betel, lugar donde habían de tomar lugar muchos acontecimientos en el futuro
para los descendientes de Jacob.
Jacob y los suyos dejan Betel y
se dirigen hacia el sur, hasta llegar a Efrata. Este territorio al sur de
Jerusalén, y luego identificado como Belén, es muy apto para ganado y por lo
tanto conveniente para las ovejas y cabras de Jacob, su actividad principal. En
este lugar Raquel da a luz tras un parto difícil. Recordemos que éste era su
segundo parto. El parto es asistido por una partera, la que anima a Raquel con
la esperanza de tener un hijo. Al tener su primer hijo, Raquel le había nombrado
José, como expresión de su deseo de que Dios le añadiera otro hijo. Ahora ese
deseo se estaba cumpliendo, pero a un costo muy elevado. La partera tuvo razón:
Raquel tiene ese hijo, pero muere apenas sabe que es un hijo varón. Con su
atención concentrada en el hijo y con su último suspiro, lo llama Benoní
(Hijo de mi aflicción). El nombre señala la experiencia de Raquel. Recordemos
que el nombre en el pensamiento bíblico señala el carácter de la persona o
apunta a algún acontecimiento especial. Jacob interviene y cambia el nombre de
Benoní (Hijo de mi aflicción) por el de Benjamín (Hijo de mi mano
derecha). Con esta acción, Jacob libra al niño de tener un sentido de
culpabilidad permanente por la muerte de su madre. Esto nos indica el peligro
que involucra cuando se nombra a un niño o niña con nombres que les pueden dar
la sugerencia de cierta culpabilidad.
Así muere Raquel, la esposa amada
de Jacob, y es sepultada en el mismo lugar. En demostración de amor, Jacob
erige una piedra memorial sobre su sepulcro, la cual sirve de señal de camino.
Las experiencias de cautividad y muerte de los hijos del pueblo de Israel
aludidas en Jer_31:15 y Mat_2:18 se identifican con la amargura y
tristeza vivida por Raquel en esta experiencia. Jacob mostrará especial amor
por José y Benjamín, sus dos hijos huérfanos de madre, lo que acarreará graves
conflictos familiares.
Inestable como
el agua Muchas de las familias en el
libro de Génesis parecen haber tenidos serios problemas de conducta entre sus
miembros. El engaño y la mentira fueron utilizados frecuentemente para provecho
y ventaja personal. La comunicación entre los miembros de las familias fue
generalmente pobre. La incidencia del incesto fue alta. En este caso
encontramos a Rubén, el hijo mayor de Jacob, acostándose con una de las
concubinas de su padre. Este pecado, como otros, traen sus consecuencias
serias. Para Rubén significó la perdida del lugar preferencial que como hijo
primogénito le correspondía (lea Gen_49:1-4).
Cambió el lugar de honor por un momento de placer sexual. Rubén, al igual que
muchos jóvenes hoy, necesitan mantener en mente que su futuro puede ser
seriamente afectado por las desviaciones sexuales que cometan. Por otro lado,
si pueden vencer la tentación, tendrán un digno ejemplo para presentar a sus
hijos y a la sociedad.
(3) Los hijos
de Israel,Gen_35:21-26. Se narra un
incidente en la vida de Rubén, hijo de Israel, ya que dicha acción lleva una
consecuencia trascendente. Migdaleder significa “torre del rebaño”,
indicando que Israel moraba en un campo pastoral fuera de Belén. Lo que Rubén
hace, más que una acción inmoral es, en el sistema patriarcal, un reclamo
político de autoridad patriarcal. Es una usurpación de derecho de jefe de clan.
Aunque no hay una reacción de Jacob o castigo inmediato, el hecho no queda
olvidado. En la bendición patriarcal y distribución de herencia, Jacob sanciona
esta acción como una profanación. Por ello, Rubén es desechado del derecho a la
primogenitura (Gen_49:4).
La genealogía de los hijos de
Israel se agrupa por sus madres y no en orden de nacimientos. Este orden se
vuelve normativo en todas las listas genealógicas. Primero los hijos de Lea,
luego los dos de Raquel, los de Bilha y los de Zilpa. No se menciona a Dina,
por ser mujer, y por no tener herencia o descendencia tribal. Más adelante, y
en ausencia de un hijo varón, la hija también adquiere el derecho de heredar de
su padre (Jdg_1:12-15). Estos doce
hijos dieron origen a las doce tribus con las cuales fue organizada la nación
de Israel.
(4) La muerte
y sepultura de Isaac,Jdg_35:27-29. Brevemente
se relata la muerte de Isaac y su sepultura. El relato es importante por la
confirmación de la continuación del pacto a pesar de la muerte de Isaac. Se
indica que éste estaba residiendo en Hebrón hasta donde llega Jacob. La edad,
bastante avanzada, y el epitafio común a los patriarcas señalan una vida
completa, importante y con el límite natural: la muerte. Los dos hijos, Jacob y
Esaú, lo sepultan en el sepulcro familiar de Macpela. Este hecho demuestra una
completa y continua reconciliación entre Esaú y Jacob, que se extiende al
arreglo de herencia que se hace después de la muerte de Isaac.