Mundo Hispano 2019-08-09
Gén 49:1-33
(3) Jacob
bendice a sus hijos, 49:1-28. La bendición patriarcal a la generación
siguiente era muy importante. Por ello Jacob, antes de morir, reúne a sus doce
hijos y los bendice. La bendición consiste en pronunciamientos con referencia a
eventos del pasado, situaciones del presente y visión del futuro como historia
desde la perspectiva de Dios y sus promesas. Tiene un significado peculiar
porque las obligaciones y privilegios del pacto son transmitidos así a la
siguiente generación. Se pueden notar varias características en la bendición de
Jacob. Primera, su propósito es dar a cada hijo como originador de tribu, la
dirección y orientación necesaria para el futuro desde la perspectiva del propósito
de Dios. En este sentido, la bendición es una profecía y su cumplimiento es
certero e inalterable. Segunda, se hacen referencias a experiencias y eventos
pasados en la vida de algunos de los patriarcas, porque dichos eventos han de
afectar la historia de la tribu originada por ellos. Aquí se nota la
importancia que tienen las decisiones y acciones de personas con una importante
responsabilidad histórica. Tercera, se vislumbra el papel político y religioso
que ha de tocar a cada tribu y aún la asignación territorial que han de
recibir. Esta visión siempre está orientada desde la perspectiva del propósito
divino. Cuarta, la bendición es a cada uno y a todos los hijos y no solamente
al primogénito como en los patriarcas anteriores. Este hecho se debe a que
estos doce hijos de Jacob, son los antepasados que dan origen a las doce tribus
de Israel. Manasés y Efraín ya quedaron incluidos en la bendición anterior
suplantando ambos a su padre José. En el desarrollo de la nación de Israel,
hubo doce tribus con asignación territorial y una (Leví) sin asignación
territorial. Los dos hijos de José, Manasés y Efraín completan las doce tribus
territoriales, pero cuando se habla de las doce tribus, se los unen y ambos
representan a José.
Semillero homilético El Dios de nuestros padres
48:15, 16
Introducción : La
naturaleza del Dios que adora una persona tendrá gran peso sobre esa persona,
sus valores, su comportamiento y su visión mundial. Jacob había tenido muchas
experiencias con Dios durante sus largos años. En su vejez piensa en estas
grandes bendiciones. La bendición de Jacob contiene los temas principales de
todo el libro de Génesis. Veamos:
I. Dios es identificado como el Dios en
cuya presencia anduvieron mis padres. Se presenta a un Dios que se
relaciona y comunica con su pueblo; además se subraya que aquellos patriarcas
fueron lo que fueron por causa de su dedicación a "andar delante de
Dios". Por supuesto, Dios es el eslabón que une a cada uno de los
patriarcas de los que surgirá el pueblo del pacto.
II. Tenemos un sumario de fe, una declaración
de la teología básica que conecta e identifica la verdadera fe a través de
muchas generaciones. Dios es descrito como el Dios que me pastorea y el
ángel que me redime de todo mal. Aunque muy pocas veces en la Biblia se
identifica a Dios como un ángel, pues él es quien envía a los ángeles, sin
embargo debemos recordar que hasta ahora Jacob era el único de los patriarcas
que había sido visitado por un ángel (22:11). Dios es quien nos salva, cuida y
guarda de todo mal.
III. El acto de bendecir a los dos hijos de
José levanta el tema de la tierra prometida a Abraham. Ellos también serán
llamados por el "nombre" de Jacob y el nombre de Isaac y Abraham. Tal
como Dios lo había prometido a Abraham: Yo haré de ti una gran nación...
engrandeceré tu nombre (12:2).
Conclusión : Jacob pudo
reflexionar sobre su vida y las muchas experiencias con Dios, y reconocer que
Dios lo había acompañado, de acuerdo con la declaración en Gen_28:20. ¿Podemos hacer lo mismo?
Se pueden notar algunos hechos
resaltantes en relación a algunos de los hijos en estos pronunciamientos.
Rubén, por su comportamiento vil y usurpador, pierde el derecho a la
primogenitura. Judá, como tribu, recibe una atención especial. Se resalta su
prominencia política en el sentido de que tendrá permanentemente un gobernador
propio y será líder a las demás tribus de las que ha de recibir alabanzas. El
cumplimiento histórico del sueño de José se proyecta para la tribu de Judá. Los
demás pueblos también estarán en sujeción a Judá. El v. 10 se considera
un pasaje mesiánico que se refiere al reinado universal del Mesías. La
bendición a José indica que él es considerado como primogénito y responsable de
la continuación del pacto. Primero se desea la fecundidad y prosperidad de esta
tribu. Luego se lo conecta íntimamente con el Dios de la tradición patriarcal
descripto con diferentes nombres. Y finalmente, se pronuncian bendiciones sobre
esta tribu en todos los aspectos de su vida.
Aclaración: ¿Fueron
setenta? En Gen_46:8-27 el relato dice claramente que el
total de los miembros de la familia de Jacob que entraron en Egipto fueron
setenta. Sin embargo, dentro de este pasaje se alcanza esta cifra de dos
maneras diferentes. Primero hay una lista general de la familia de Jacob con el
subtotal de treinta y tres (v. 15), dieciséis (v. 18),
catorce (v. 22) y siete (v. 25), lo cual suma
setenta. En esta lista se incluye a Jacob mismo (observe la inclusión de Jacob
y sus hijos a los nombres de los hijos de Israel que entraron a Egipto,
v. 8. En nuestra RVA se diluye la adición por medio de colocar los dos puntos y
no el punto y seguido o punto y coma que la lectura del hebreo sugiere);
también se incluye a José (v. 19) y a sus dos hijos nacidos en Egipto (v.
20), pero no se mencionan a Er y a Onán (v. 12) quienes murieron en
Canaan antes del viaje a Egipto. El subtotal en la lista también incluye a Dina
(v. 15). La dificultad en la lista radica en la adición: El total de
las personas de sus hijos y de sus hijas, la cual parece excluir a Jacob,
pero el v. 8 ya trató el problema.
Por otra parte, el subtotal dado
en los vv. 26 y 27: Todas las personas fueron sesenta y seis. Esto es
lógico, pues excluye a las esposas de los hijos de Jacob que no eran sus
descendientes directos. Cuando se añade a Dina, Sera, Efraín y Manasés, el
total es setenta.
El número setenta es consistente
con Exo_1:5 y Deu_10:22, en donde claramente se dice que
fueron setenta los hijos de Israel que fueron a Egipto.
Es interesante que en la
Septuaginta se añaden cinco nombres más en el v. 20. Los nombres se tomaron de Num_26:29-36. Consecuentemente esa versión dice
en Exo_1:5 que fueron setenta y cinco
quienes fueron a Egipto. Sin duda fue esta tradición la que citó Esteban en Act_7:14 (recordemos que la Septuaginta fue la
Biblia de los hebreos del tiempo de Jesús). Una nota que ayuda es que tanto en
la Septuaginta como en los textos de Qumran no se dice los descendientes de
Jacob, sino "el número de los hijos de Dios".
El uso del número
"setenta" no es caprichoso, pues encontramos en Génesis 10 que el
número de las naciones fue setenta. Lo que encontramos en este relato es la
demostración del tema de Deu_32:8 que
fue Dios quien estableció los límites y la estructura del pueblo hebreo en
medio de todas las naciones de la tierra. Con una nación tan pequeña entre un
número tan grande de otras naciones Dios cumplirá su propósito y llevará a cabo
sus planes.
Rubén :
Inestable como el agua Rubén el
hijo primogénito de Jacob (Deu_49:3-4),
recibe una bendición limitada y casi hasta un castigo por haber cometido el
pecado de incesto. Aunque la tribu adquiere un mediano tamaño nunca llega a
tener verdadera importancia. Para los días de Moisés apenas cuenta con unos
pocos hombres competentes para la guerra.
Estos hechos nos demuestran que
la falta de fidelidad a los principios de la palabra del Señor producen un
carácter inestable como el agua. Es decir que siempre tiende a buscar el nivel
más bajo y no retiene sus estados (líquido, gaseoso, sólido) por ella misma,
sino depende de las circunstancia que la rodean.
Debilidad
transformada en fuerza
Simeón y Levi se caracterizaron
por un carácter violento y la historia del ataque alevoso contra los hombres de
Siquem lo confirma (Deu_34:1-31).
Muchos años más tarde, sin embargo, cuando Dios pide que los que estén de su
parte den un paso al frente, los levitas lo hicieron y se mantuvieron firmes en
la defensa de la causa del Señor (Exo_32:25-29).
Como resultado, Dios los escogió para que fueran los sacerdotes de Israel. Dios
puede transformar las debilidades de nuestro carácter en fuerza, eso fue lo que
hizo con los descendientes de Levi. Cualquiera que sea la debilidad de nuestro
carácter llevémosla con confianza delante del Señor y pidamos que lo cambie y
lo use de modo que sea para honra de su nombre.