Plenitud . 2019-07-08
Levítico capítulo 11
11 . 1 Habló Jehová a Moisés y a Aarón : Ahora el Señor les habla directamente a ambos, a Moisés y a Aarón, al concluir la ordenación de este último para el servicio sacerdotal (véanse también 13.1; 15.1).
10 . 10 inmundo, tame Strong #2931: profanar, contaminar, ensuciar, inmundicia. Este adjetivo viene de una raíz verbal que se escribe de la misma forma y significa «profanar» o «contaminar». El adjetivo tame aparece más de 80 veces (generalmente se traduce como «inmundo»), y 75% de estas referencias están en Levítico, Números y Deuteronomio. La causa de la inmundicia es el contacto con cosas inmundas (7.21). Además, Dios impuso a Israel restricciones en el consumo de varias especies de pájaros, mamíferos, pescados e insectos, a los cuales se les considera inmundos. Este énfasis en la pureza o la inmundicia era parte del plan divino para enseñarle al pueblo de Israel la diferencia entre las dos condiciones. La tarea de aprender a distinguir entre lo santo y lo inmundo no sólo era responsabilidad personal e individual de los sacerdotes, sino que tenían la obligación de enseñarla al resto del pueblo de Israel (10.10, 11).
11 . 2 Los animales que comeréis : Estas restricciones impuestas a la comunidad son paralelas a las de Deu_14:3-21. El pueblo es apartado para que sostenga una relación especial con el Señor, la cual requiere mantenerse consciente de la divina presencia en la vida diaria, aun en lo que se refiere a lo que se debe comer (véanse vv. 43-47). (Véase también la nota a Deu_14:3-21).
11 . 44 Seréis santos , porque yo soy santo : El pueblo reconoció la diferencia entre lo santo y lo profano. Imitaban a Dios viviendo de acuerdo con el código de santidad.
11 . 45 Yo soy Jehová , que os hago subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios : La salvación del pueblo de Egipto se considera una realidad presente. El Señor salvó esa generación para que todas las otras generaciones del pueblo de Israel lo reconocieran como su Dios, y se dieran cuenta que ellos también habían sido liberados de la esclavitud en Egipto junto con sus madres y padres. En consecuencia, el pueblo debía corresponderle como el único Dios digno de adoración y servicio, que les trae nueva vida, vinculando así la decisión de los hijos de Israel de vivir en santidad con sus acciones para liberarlos de la servidumbre (véanse Exo_6:7-8; Exo_29:45-46).